viernes, 26 de febrero de 2010

CARTA DE ENERO ENCONTRADA EN FEBRERO

Escritos que nunca llegan a su destino.

Para quien fue escrita, alguna vez tuvo nombre, hoy parece limitarse a un pensamiento que puede volar hacia cualquier parte, en cualquier lugar y retumbar en cualquier corazón y devorar cualquier mente.

No tiene identidad...

Enero 18, 2008.

Hace días que no tenía un día de perros, un día de perros como el de hoy, hasta ahora no había experimentado lo que es dormir en casa sola y con tanta confusión en mi cabeza.
La verdad es que a partir de ahora no se como empezar o en su caso, como terminar.

Pienso que es bueno remontarse un poco al pasado, como justificación aunque no lo sea, pero después de 7 años al lado de alguien con momentos muy buenos como los mismos malos, acabo por no tener nada nuevo y quizá por eso a veces imagino que pasan cosas que ya viví.
No esta bien que lo sienta, pero son temores que viven dentro de mi, como supongo todos tenemos. ¿Dejaría de ser humano si no los tuviera?

Esta historia ya te la sabes, pues por muchos años no creí en nadie y a veces llegaron y se fueron de mi vida buenas personas por que yo no las dejé entrar pero no me arrepiento pues no era el momento para tenerlas dentro de mí.

Empecé un ciclo, una nueva vida y tú formas parte de ese ciclo (creo que todavía) aún no comprendo como funcionarán las cosas de aqui en adelante. Cuando te conocí, me dejé llevar por lo que sentía por tí, (atracción por tus ojos) supe que sería algo bueno, por que eras justo lo que yo quería ese 20 de Octubre. Sabía que quería un hombre sensible, cariñoso, lleno de energía, inteligente, independiente, y con un corazón que no guarde rencor, que pueda reinventarse y entonces apareciste.
Toda la noche me estuve preguntando en que momento sin darme cuenta perdí esa sensibilidad (de saber lo que quiero o de imaginar que lo eras) Quizá inconscientemente, me sumergí en el miedo de tener algo y no poderlo cuidar, asi que intente arruinarlo y ser infeliz para no sentirme tan culpable junto a ti.
Todo empezó cuando me sentí nerviosa a tu lado, tenía ganas de contarte todos esos secretos que reservo para alguien especial. Ahora pareces ser esa persona y justamente por eso te comencé a parecer fría y aburrida. Me siento totalmente vulnerable a tu lado, tenías, practicamente, todo de mi, ´había puesto todo en tus manos para que hicieras lo que quisieras conmigo.

Me dió mucho miedo permitirlo...

El tiempo dirá.


Susannah.